Para muchos trabajar es simplemente un medio para llegar a un fin: pagar la renta o hipoteca, ahorrar para ese viaje soñado o adquirir un coche del año. Sin embargo, mantenerse en automático y produciendo sin motivación alguna en el lugar donde pasas la mayor parte de tu día termina por ser abrumante y agotador. ¿Es tu caso?
Por lo tanto, es esencial buscar la forma en que las actividades o hobbies que adoras y te llenan de energía se conviertan en tu nuevo trabajo, o bien, descubrir la manera de compaginar ambas para reencontrarte con lo que te inspiró a aceptar tu trabajo actual desde un inicio.
El punto de partida a la hora de emprender un reto empresarial es ser un apasionado de lo que haces. Así lo indica Nicole Smartt, autora del libro From Recepcionist to Boss: Real Life Advice fot Getting Ahead at Work. Asimismo, es complicado que una persona cuyo trabajo sólo le causa inconformidad, se encuentre bien en los demás aspectos de su vida. Todo está interconectado y en ocasiones la infelicidad laboral impacta en tus relaciones sin que te percates de ello.
Aquí te dejamos 5 claves para devolverle el sentido a cada mañana que te levantas para ir a trabajar:
Imagina que decides ir de shopping, pero desde que entras en la primera tienda tu actitud es: “No me gusta nada ni me queda bien, todo se me ve pésimo”. ¿Crees que de esa manera realmente encontrarás algo que te agrade? Pasa lo mismo en el ámbito laboral, Desde que te alistas por la mañana para ir a la oficina o a tu negocio, piensa en nuevas ideas que puedes implementar, algún proyecto que quisieras proponer, cómo puedes mejorar tus resultados, qué te hace falta dominar y cómo puedes prepararte para lograrlo. Si no te esfuerzas en encontrar motivación en lo que haces, será muy difícil que la halles en tu jefe, en un aumento que nuevas tareas te la brinden. Siempre hay algo nuevo que aprender o desarrollar. Si no lo hay (y esto significa que dominas perfectamente cada rincón de tu puesto), entonces quiere decir que estás sobrecalificada y es el momento perfecto para pensar en un cambio.
Quizá ya intentaste darles la vuelta a todos los trucos motivaciones y de autoayuda que has escuchado y, por más que te esfuerzas, la pasión no aparece por ningún lado. Bueno, entonces es momento de elaborar una lista de lo que te gusta hacer. Tal vez entre uno de tus hobbies se encuentra tu verdadera vocación. Si concluyes que te encanta la escritura, la cocina, el marketing y las relaciones públicas, pregúntate y analiza cómo puedes unirlas todas en una sola idea. Un ejemplo sería dedicarte a hacer una departamento de RRPP de cuentas gourmet, poner una tienda de comida o algún restaurante y entregarte a la mercadotecnia de tu negocio. O bien,dar clases de branding o escribir para una agencia con cuentas culinarias. ¡O todo junto! La idea es que busques ganarte la vida combinando lo que sabes hacer y que además disfrutas enormemente.
Las personas con las que te rodeas deben ser inspiradoras, que te inviten a ser mejor, que te inspiren a perseguir tus sueños y busquen mantenerse vigentes. Si siempre te juntas con aquel grupo de la oficina que se la vive quejándose del trabajo o de su jefe, pero que aún así no hacen nada por cambiar, o con tus amigas aburridas por el ocio y que les da mucha flojera moverse de su zona de confort. Oviamente te contagiarás de esa energía y también empezarás a perder la esperanza. Tu red de apoyo será un gran motor detrás y durante tu crecimiento. Sé inteligente y no te juntes con cualquiera.
El camino para encontrar tu pasión requiere de decisiones contundentes que te asusten lo suficiente, pero que no estanquen en un estado de miedo constante. ¿Qué es lo peor que puede pasar si te propones para liderar ese nuevo proyecto y te dicen que no? ¿Y si te dicen que sí? ¿Qué pasa si renuncias para emprender y luego decides que lo tuyo es el mundo corporativo? Absolutamente nada. La vida seguirá y tú continuarás buscando nuevos objetivos. Así que anímate, las oportunidades hay que tomarlas rápido, no vaya a ser que un día te despiertes arrepintiéndote de todo lo que pudiste haber hecho y lo dejaste ir.
Observa, pregunta, escucha las respuestas, toma nota y lee mucho. Sé tal cuál una esponja. Absorbe cuanta información te sea posible. Experimenta e identifica tus fortalezas. ¿Eres creativa, dinámica, extrovertida o de todo un poco? Piensa cómo puedes introducir estas habilidades en tu trabajo. También prepárate para evolucionar mientras creces y encontrarte con nuevos talentos que no creías tener. Finalmente, no olvides la disciplina y sé consciente de que hay que hacer "sacrificios" con el fin de que obtener lo que quieres. Familiarízate con la palabra “no”, ya que tendrás que dejar varias cosas con el fin de seguir en la línea para encontrar tu verdadera pasión laboral.
Habla con tu jefe sobre un aumento de responsabilidades, domínalas y seguramente después vendrá la remuneración económica.
Proponte intentar algo nuevo cada semana, que te ayude a descubrir qué te gusta hacer, por ejemplo, toma una clase nueva de ejercicio, inscríbete a un curso en línea o lee un artículo especializado en el tema que más te llama la atención.
Fuente:
Lic. en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de la Salle, Bajio.
