Los japoneses afirman que el éxito en la vida no se sustenta en la inteligencia sino en la disciplina y el trabajo constante. Y ahora un nuevo estudio parece corroborar esta idea.
Investigadores de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, encontraron que las hijas de madres estrictas y autoritarias suelen alcanzar más metas en la vida, en comparación con las que tuvieron madres más permisivas.
Los científicos se dieron a la tarea de evaluar el éxito personal y profesional de 15.500 niñas con edades comprendidas entre los 13 y 14 años.
Después de seis años de estudio encontraron que las hijas cuyas madres habían sido más estrictas con ellas, les exigían más y ponían más énfasis en disciplinarlas, solían matricular en la universidad, se enfocaban más en su carrera profesional y tenían más éxito que las jóvenes cuyas madres las educaron siguiendo un estilo más permisivo.
Asimismo, estas jóvenes solían tener mejores relaciones sociales, eran más asertivas y empáticas y desarrollaban una mayor seguridad en sí mismas.
El estudio también encontró que estas chicas tenían un riesgo menor de quedar embarazadas durante la adolescencia, lo que contribuyó en cierta medida a que se enfocaran más en sus estudios y planificaran con calma el momento más adecuado para formar una familia.
1. Instan a sus hijos a que colaboren en el hogar
El Harvard Grant Study, develó que los niños cuyas madres les exigían que colaboraran con las tareas del hogar se convirtieron en personas más empáticas, colaboradoras y capaces de asumir tareas de forma independiente.
2. Les inculcan una mentalidad de crecimiento
Los niños que tienen éxito en la vida crecen con la convicción de que existe un mundo de oportunidades, por lo que pueden lograr prácticamente cualquier meta que se propongan.
Esto se debe a que sus madres les inculcaron desde pequeños una mentalidad de crecimiento en la que no había cabida para la frustración y el conformismo. Estos niños crecieron con la certeza de que con esfuerzo y perseverancia podían conseguir sus propósitos en la vida, allá donde los demás veían un fracaso, ellos divisaban un desafío.
3. Motivan a los niños a aprender desde pequeños
Las madres suelen prestarle especial atención a la estimulación temprana y se cercioran de que sus hijos reciban una educación lo más completa posible. Al respecto, en meta análisis realizado en la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, encontró que muchas de las madres de niños exitosos les empezaron a enseñar matemáticas incluso antes de que entraran al colegio.
4. Tienen grandes expectativas sobre sus hijos
Un estudio realizado por expertos de la Universidad de California demostró que las expectativas que las madres tienen sobre sus hijos repercuten en su éxito a largo plazo.
Según los investigadores, los hijos cuyas madres tenían grandes expectativas puestas en su futuro lograban mejores resultados académicos y alcanzaban mayores logros en la vida ya que sus madres les instaban a plantearse objetivos muy altos y a mantenerse enfocados en ellos.
5. Desarrollan su sentido del compromiso
Las madres de niños exitosos les enseñan el valor de la constancia y de mantenerse fieles a los sueños personales, independientemente de las circunstancias y del criterio de los demás. Sin embargo, no olvidan enseñarles a ser flexibles y a reestructurar sus objetivos para conseguir sus principales metas en la vida.
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