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 Según los conocedores, entre las magníficas propiedades del vino se encuentra su factor afrodisíaco, término que se deriva de Afrodita, hija de Zeus y diosa griega del amor y la belleza. A partir de esta definición son llamados todo producto, bebida o alimento que despierta y aumenta el deseo sexual, como aquel mencionado en un famoso texto hindú. En éste se indican muchas maneras para que el hombre incremente su vigor sexual, entre ellas el consumo de la leche y miel, que siempre han sido reconocidos como fuente de energía. En la medicina tradicional china se usaban remedios a base de hierbas como la raíz de ginseng para potenciar la longevidad y el vigor sexual, mientras que para los árabes destacaban el valor de los perfumes, las fragancias y cosméticos para multiplicar el placer sexual. Vino, pasión y conspiración.
El dios griego Dionisio y el dios romano Baco se representaban bajo la figura de un joven coronado con una hiedra, y en la mano un racimo de uvas o una copa. Baco se dinstinguía además por ser el dios de la vegetación y fue quien enseñó a los mortales a hacer vino. Las fiestas en honor a Baco se llamaban bacanales, siendo el vino el protagonista absoluto. En un principio solo asistían mujeres y posteriormente se abrieron a los hombres. Estas fiestas se celebraban cinco veces al mes, y además de abundante vino se bailaba y todos iban vestidos con pieles de animales hasta que fueron prohibidas bajo decreto del senado en el año 186 a. C, debido a que cada vez eran más desenfrenadas y el lugar propicio para planear crímenes y conspiraciones políticas sin levantar sospecha. A pesar del grave castigo aplicado a quienes practicaran estas fiestas, se siguieron llevando a cabo durante mucho tiempo de manera clandestina. El por qué el vino es afrodisíaco según la ciencia.
Existen numerosos estudios que demuestran la eficacia del vino para deshinibir, volviéndonos más apasionados, entre ellos destaca aquel análisis llevado a cabo por la Universidad de Florencia. Los directores del centro trabajaron con 800 voluntarias entre 18 y 50 años. Las mujeres se clasificaron en tres grupos según su consumo de vino: las que tomaban entre una y dos copas de vino al día, las que bebían menos de una y las abstemias. Aquellas que tomaban más de dos copas al día fueron excluidas para evitar casos de ebriedad. Las mujeres seleccionadas para el estudio completaron diversos cuestionarios para medir su índice de deseo sexual, llegando a la siguiente conclusión: el grupo con más deseo fueron las mujeres que tomaban entre una y dos copas diarias. La culpa la tienen los flavonoides.
Existen varias hipótesis de las razones por las que el vino es afrodisíaco, sin embargo todas apuntan a ciertos componentes como los flavonoides, los cuales mejoran la actuación del endotelio, que facilita la vasodilatación arterial. El etanol, por su lado, estimula la parte del cerebro llamada hipotálamo que controla los niveles hormonales y sensaciones varias como la relajación. Por esta razón cuando uno se toma una copita de vino se encuentra de maravilla. ¿Cuál es mejor, el blanco, rosado o tinto?
Siempre que se tome con moderación, el vino tinto tiene más componentes que afectan al sistema cardiovascular y por tanto mejoran el flujo sanguíneo del aparato genital. Además y en contra de lo que muchos científicos aseguran acerca de que el término afrodisíaco no existe, lo cierto es que el vino es desinhibidor, ayuda a socializarnos y muchas veces una cosa lleva a la otra. Degustar una botella de vino es una experiencia sensual porque intervienen sentidos como el olfato, la vista y el gusto; y si además lo tomamos muy bien acompañados se convierte en un excelente afrodisíaco. |
