Teotihuacán significa "Ciudad de Dioses", y fue llamada así cuando los aztecas la descubrieron, porque quedaron maravillados por ella y pensaron que sólo los dioses la pudieron haber construido, o porque las divinidades la habían elegido para crear ahí el universo. Esta ciudad es el más grande centro ceremonial de toda mesoamérica. Nació como una aldea 200 años antes de Cristo, y llegó a tener 250.000 habitantes. Misteriosamente, fue abandonada nueve siglos después. Cuenta con numerosas construcciones entre las que destacan dos pirámides: La de mayores dimensiones es la Pirámide del Sol, que tiene una base de 215 mts, mientras que la más pequeña es la Pirámide de la Luna. Ésta última se encuentra al final de la Vía de los Muertos, camino de unos dos kilómetros de longitud que recorre todo el yacimiento. Los historiadores han llegado a la conclusión de que los creadores de esta civilización fue un pueblo desconocido del que no se tiene noticia. Están seguros de que no fueron ni los olmecas ni los toltecas. Se sabe por las excavaciones que lo más antiguo de Teotihuacán es anterior a la cultura tolteca. Hacia el año 650 comenzó paulatinamente su decadencia. La población se fue reduciendo por factores de orden social y climático. En el siglo VIII alcanza ya el ocaso, aunque el valle no fue abandonado nunca. No se conoce muy bien cual fue la causa de la decadencia y de su total destrucción. Los historiadores dicen que tal vez hubo una invasión, o que el suelo llegó a agotarse y se terminaron los recursos agrícolas, o simplemente una mala administración. El caso es que cuanto Teotihuacán declinó, otros centros que dependían cultural y comercialmente de ella llegaron también rápidamente al ocaso, como le ocurrió a Monte Albán, incluso a la civilización maya. Templo de Quetzalcoatl La civilización tolteca cuando conoció el sitio de Teotihuacán lo adoptó como suyo y como ciudad santa. Su costumbre fue la de enterrar allí a sus grandes señores. Los toltecas construyeron entonces este templo. Lo mandó levantar el rey Mitl, que vivió desde el 770 al 829. Cuando se descubrió debajo de la pirámide lisa salió a la luz toda su decoración de mosaicos hechos con piedras, las cabezas y símbolos divinos del dios Tláloc (el dios de la lluvia y señor del trueno y numen local del valle de México), y del dios Quetzalcóatl (la estrella matutina, la serpiente emplumada, genio nacional). El billete que esta al inicio de la página muestra el templo de la cabeza naciente de Quetzalcoatl. La siguiente moneda tambien muestra a la serpiente emplumada.
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