01 | Estas son las palabras de Jere mías, hijo de Helcías, de una familia de sacerdotes que vivían en Anatot, en la tierra de Benjamín. |
02 | La palabra de Yavé le fue dirigida en tiempos de Josías, hijo de Amón y rey de Judá, en el año trece de su reinado, |
03 | y después en tiempos de Joaquim, hijo de Josías y rey de Judá, hasta cumplirse el año undécimo de Sedecías, hijo de Josías y rey de Judá, o sea, hasta el destierro del pueblo de Jerusalén, que aconteció en el mismo mes. |
04 | Me llegó una palabra de Yavé: |
05 | «Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones.» |
06 | Yo exclamé: «Ay, Señor, Yavé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!» |
07 | Y Yavé me contestó: «No me digas que eres un muchacho. Irás adondequiera que te envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande. |
08 | No les tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte, palabra de Yavé.» |
09 | Entonces Yavé extendió su mano y me tocó la boca, diciéndome: «En este momento pongo mis palabras en tu boca. |
10 | En este día te encargo los pueblos y las naciones: Arrancarás y derribarás, perderás y destruirás, edificarás y plantarás.» |
11 | Me llegó una palabra de Yavé: «¿Reconoces esta visión?» |
12 | Yo dije: «La rama es del árbol que llaman alerta.» Yavé respondió: «No te equivocas, pues yo estoy así alerta a mi palabra, para cumplirla.» |
13 | Luego me llegó una palabra de Yavé: «¿Qué estás viendo?» Y contesté: «Veo una olla echando espumas, y la cosa viene del norte.» |
14 | Yavé me dijo: «Del norte se viene derramando el desastre, y alcanzará a todos los habitantes de este país. |
15 | Pues estoy llamando a todos los reinos del norte, palabra de Yavé. Aquí vienen y cada uno de ellos establece sus cuarteles frente a una de las entradas de Jerusalén, frente a sus murallas y frente a las ciudades de Judá. |
16 | Voy a hacer justicia con este pueblo que me ha dejado para hacer el mal; ha quemado incienso a dioses extranjeros, y se ha puesto a servir a dioses que ellos mismos se fabricaron. |
17 | Tú, ahora, muévete y anda a decirles todo lo que yo te mande. No temas enfrentarlos, porque yo también podría asustarte delante de ellos. |
18 | Este día hago de ti una fortaleza, un pilar de hierro y una muralla de bronce frente a la nación entera: frente a los reyes de Judá y a sus ministros, frente a los sacerdotes y a los propietarios. |
19 | Ellos te declararán la guerra, pero no podrán vencerte, pues yo estoy contigo para ampararte, palabra de Yavé.» |