El Síndrome de Burnout (del inglés "burn-out": consumirse o agotarse; o "síndrome del trabajador quemado") es un tipo de estrés laboral conocido como crónico.
Es un trastorno emocional provocado por el trabajo y conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas cuando el fenómeno se somatiza, como ansiedad o depresión, dando origen a numerosas bajas laborales.
El factor desencadenante de este mal “es una carga excesiva de trabajo en un tiempo insuficiente para ser realizado”. La carencia de apoyo de los supervisores o jefes, ausencia de retroalimentación positiva y reconocimiento de la labor del empleado; percepción de inequidad, incompatibilidad de los valores éticos personales con aquellos de la empresa; y la falta de autonomía para la resolución de problemas, son otras causas relacionadas con la aparición del síndrome.
Los bajos sueldos, los escasos incentivos profesionales o la pérdida de prestigio social son también factores que propician la aparición del Burnout. Las profesiones relacionadas con el mundo sanitario, de la educación o la administración pública suelen ser las que más incidencia reflejen en las estadísticas porque están en contacto con personas con problemas y suelen ser ellos los que deben solucionar esos problemas.
La frustración se produce cuando ven que su trabajo no es productivo y sienten que su trabajo es inútil. Según datos recientes entre el 20% y el 30% de los médicos, profesores y policías médicos, profesores y policías locales padecen sus síntomas.
En México la población económicamente activa está inmersa en un ambiente laboral propenso a las enfermedades. De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) los mexicanos laboran anualmente 500 horas más (alrededor de 2 mil 250) que el promedio de los trabajadores de otras naciones (mil 776 horas). Además, 46 por ciento de los empleados en el país tienen menos de seis días de vacaciones al año.
Por tanto, México es el país número 1 en estrés laboral, mientras que el síndrome de Burnout es considerado un problema de salud pública en el país, pues se estima que afecta a más de 40% de los trabajadores.
Bornout está compuesto por síntomas psicosomáticos, emocionales y conductuales, y quienes lo padecen pueden presentar algunos de ellos.
Entre los síntomas psicosomáticos se encuentran:
La clave para un tratamiento eficaz es detectarlo en sus primeras fases detectarlo en sus primeras fases, por lo que cuanto antes trabajemos en el problema tras identificarlo, antes seremos capaces de mantenerlo bajo control.
Fuentes: