Hace 30 años, el 20 de julio de 1976 el módulo de aterrizaje de la sonda Viking 1 ("Vikingo", en inglés) de la NASA se convirtió en el primer aparato espacial estadounidense en aterrizar en Marte , seguido unas semanas después por su gemelo, el explorador robótico Viking 2. Operando en la superficie marciana hasta principios de la década de 1980, los Vikings hicieron miles de fotografías , llevaron a cabo sofisticadas investigaciones químicas en busca de vida y estudiaron el clima marciano y la geología. En 1968, se proyectó la misión Viking a Marte. Las dos sondas gemelas 1 y 2 se dividían cada una en un orbitador y un aterrizador. Este último descendería a la superficie marciana para realizar varios experimentos entre los que destacaban tres experimentos biológicos (inicialmente eran cuatro, pero fueron reducidos a tres). La ventana de lanzamiento elegida fue la de 1973, pero un recorte presupuestario impidió su lanzamiento, que se pospuso hasta 1975. El nombre inicial de la misión era Voyager (viajero) pero se creyó que era mejor reservarlo a las sondas que surcarían algunos años después el sistema solar exterior. Se eligió el nombre Viking (vikingo) en recuerdo de Leif Erikson que llegó hacia el año 1.000 a las costas canadienses. Cuando la nave Vikingo 1 de NASA se encontraba volando alrededor del planeta, tomando fotografías de posibles lugares para el aterrizaje de la nave hermana Vikingo 2, cuando descubrió, sobre la superficie, una figura en sombras muy semejante a una cara humana. Una cabeza enorme de unos tres kilómetros de extremo a extremo parecía estar devolviendo la mirada a la cámara desde una región del Planeta Rojo conocida como Cidonia. Imagínense la sorpresa de los controladores de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro, cuando la cara apareció en sus consolas. Sin embargo, la sorpresa duró poco tiempo. Los científicos fácilmente concluyeron que ésta era solo otra meseta Marciana, muy común en los alrededores de Cidonia, solo que esta tenía sombras extrañas que la hacían aparecer como un Faraón Egipcio. Pocos días después NASA publicó la imagen para que todos pudieran observarla. La descripción incluía una "enorme formación rocosa ... que se asemeja a una cabeza humana ... formada por sombras que crean en el observador la ilusión de estar viendo ojos, nariz y boca." Los autores pensaron que esta descripción sería una buena manera de despertar la curiosidad del público y atraer el interés sobre el Planeta Marte. ¡Definitivamente así fue!
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