La Guerra de Independencia iniciada en 1810 perjudicó el orden político y social del Virreinato de la Nueva España provocando una profunda crisis económica, a partir de la cual, la falta de numerario se convirtió en un grave problema, por lo que surgieron entonces numerosas acuñaciones de necesidad y el primer papel moneda de México. Este papel moneda apareció en 1813, en San Miguel el Grande, Guanajuato, representado mediante unas curiosas piezas de cartón anaranjado con la denominación de medio real. Otro antecedente del billete mexicano se encuentra a finales del siglo XVIII, en la entonces colonia española de Luisiana, donde se emitieron billetes de varias denominaciones.
Al consumarse la Independencia en 1821, México adoptó un gobierno monárquico encabezado por Agustín de Iturbide, quien se enfrentaba en ese entonces a una severa crisis económica, lo que lo llevó como último recurso a la emisión del papel moneda el 20 de Diciembre de 1822; este billete estaba impreso sólo por una cara, en papel blanco de forma casi cuadrada, donde aparecía la leyenda IMPERIO MEXICANO y del que se emitieron denominaciones de 1, 2 y 10 pesos. Sin embargo estos billetes que formaron parte de la primera emisión oficial mexicana fueron rechazados.
Derrotado el imperio de Iturbide, en el año de 1823 México se convierte en República Federal. En esta étapa el nuevo gobierno queria restaurar la confianza del público en los manejos financieros del gobierno; por lo que entre sus cambios terminó con los préstamos forzosos y retiró de la circulación el billete imperial. Posteriormente decidieron emitirlo para el financiamiento estatal , y para evitar que la gente lo rechazara, se acordó imprimirlo sobre bulas papales canceladas, ya que se esperaba su aceptación dada la religiosidad del mexicano, aun así el billete no fué aceptado y tuvo que ser retirado de la circulación.
Fue hasta 1864, en el Imperio de Maximiliano de Habsburgo, cuando se retomó el proyecto emisor de billete, pero ahora bajo condiciones distintas: el responsable de la emisión sería un banco privado y serían de aceptación voluntaria. En esta ocasión, el éxito del billete fue grande; incluso en ciertos medios, suplió a la moneda metálica.
Con la caida del Imperio de Maximiliano y con la Restauración Republicana, el billete encontró condiciones mucho más favorables a lo largo del gobierno de Porfirio Díaz, porque estableció conforme a la Ley de Instituciones de Crédito de 1897, un sistema bancario muy fuerte y bien organizado; asi pues cada estado de la República tenía por lo menos un banco privado emisor de billetes, además del Banco Nacional de México. Los billetes que estos bancos emitian, tenían el respaldo metálico correspondiente, con denominaciones de 1, 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1000 pesos que eran fabricados por empresas extranjeras especializadas .
En la Revolución Mexicana de 1910, se retiraron de circulación enormes cantidades de moneda metálica y resurgió el rechazo al billete de banco.
El general Victoriano Huerta, después de aseinar al Francisco I. Madero y tomar el poder, ordenó a los bancos privados entregar el respaldo metálico de los billetes a su gobierno y emitir cantidades desorbitadas de billetes , lo que provocò la caída del sistema bancario mexicano y nuevamente el rechazo de este papel moneda.
Sin embargo por la falta de numerario las autoridades federales, se vieron en la necesidad de obligar a las autoridades municipales, jefaturas militares; comerciantes, mineros y hacendados a emitir piezas de necesidad. En 1913 a 1915 reapareció en México la moneda de necesidad, pero sobre todo se multiplicaron las emisiones de papel.
El primero en emitir este tipo de piezas fue Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, quien autorizó a numerosos jefes revolucionarios, la emisión de sus propios billetes, vales y cartones para financiar sus campañas.
Estas piezas, a las que el pueblo mexicano denominó genéricamente "bilimbiques" se vieron rodeadas por diversas circunstancias, una de ellas fué la falsificación masiva.
Ante esto, se ordenó a la American Bank Note Company de Nueva York, la fabricación de billetes "infalsificables", que eran mucho más sofisticados, estos comenzaron a circular en mayo de 1916, pero a finales de ese mismo año ya eran inutilizables.
Después de la promulgación de la Constitución en Febrero de 1917, El Banco de México inició sus funciones el 1 de septiembre de 1925, siendo Presidente de la República Plutarco Elías Calles. El objetivo de esta institución era la emisión y la regulación de la circulación monetaria.
Los primeros billetes del Banco de México fueron impresos por American Bank Note Company de Nueva York (ABNC), su tamaño era de 180 x 83 mm. , con presentaciones de 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1000 pesos. Posteriormente, de 1936 a 1942, se emitió una segunda serie, fabricada por la casa neoyorquina, pero de un tamaño más reducido (157 x 67 mm.); los billetes eran de 5 y 10 pesos.
La tercera serie , se puso en circulación de 1936 a 1978, de igual forma impresos por ABNC. Las denominaciones emitidas fueron las de 1, 5, 10, 20, 50, 100, 500, 1000 y 10000 pesos.
Con la cuarta serie (1969-1991), integrada por billetes de 5, 10, 20, 50, 100, 500, 1000, 2000, 5000, 10000, 20000, 50000 y 100000 pesos; se inician las actividades de la Fábrica de Billetes del Banco de México.
En 1992 El Banco de México emitió, una nueva serie de billetes con las denominaciones de 10, 20, 50 y 100 en los que aparece el adjetivo "nuevo" antepuesto al nombre de la unidad. El diseño de estos billetes era igual al de los billetes anteriores.
A finales de ese mismo año se inició la impresión de otra serie de billetes, también con la leyenda "nuevos pesos", pero con nuevos diseños. Esta serie estaba integrada por los billetes de 10, 20, 50, 100, 200 y 500, de los cuales los tres primeros miden 129 x 66 mm. y los tres últimos 155 x 66 mm.
En la denominación de la última serie de billetes emitidos por el Banco de México (de 1994 a la fecha), se eliminó el adjetivo "nuevo", el diseño es igual al anterior, así como sus denominaciones.
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