(1402-1472)
Nezahualcóyotl, un rey filosófico, y uno de los más grandes poetas de América.
Su gente fueron los Alcohuanos, parte de la tercera ola de migración de las tribus del norte hacia el Valle de México. Los primeros invasores fueron los Toltecas, que su civilización se centro en la ciudad de Tula. Ellos florecieron entre el siglo VII y XI, y ellos misteriosamente desaparecieron. Los Toltecas fueron sucedidas por los llamados Chichimecas, se cree que arribaron un siglo después de que los Toltecas desaparecieron. Su civilización era muy inferior a lo que fue la de los Toltecas, pues los Chichimecas vivían en cuevas.
En el siglo XII otra migración llegó al centro de México. Los nuevos, más civilizados que los Chichimecas, eran varias tribus, las más poderosas eran los Aztecas y los Alcohuanos. Los últimos se asentaron al este del Lago de Texcoco y de ahí el nombre de la tribu cambio de Alcohuanos a Texcocanos.
Nació en (1402) en Texcoco y murió en 1472. Sus padres fueron Ixtlixócitl y Matlalcihuatzin, hija del señor de Tenochtitlán, Huitzilíhuitl. Recibió esmerada educación, tanto en el palacio paterno, como en el calmecac o escuela de estudios superiores. De esta forma pudo adentrarse en el conocimiento de las doctrinas y sabiduría heredadas por los Toltecas.
Aunque Nezahualcóyotl era heredero nato del reino, su juventud no fue como la de un príncipe viviendo en lujos, porque los Texcocanos entonces luchaban para su propia existencia contra una tribu llamada Tepanecas. En 1418, cuando el joven príncipe cumplió 15, el enemigo tuvo éxito en subyugar a su gente. Mientras él se encontraba cubriéndose con las ramificaciones de un árbol, vio a unos soldados Tepanecas matar a su padre. Él huyó de la escena espantosa pero fue capturado y arrojado a una celda.
Nezahualcóyotl tenía la fe de su padre. Un sirviente logra meterse a la prisión y se vistió de príncipe, mientras Nezahualcóyotl, vestido con las ropas del sirviente escapó hacia Tenochtitlán, la capital del pueblo azteca. Por este acto de sacrificio, el fiel sirviente pagó con su vida.
Nezahualcóyotl fue calurosamente recibido en Tenochtitlán y dedicó los siguientes ocho años al estudio. Junto con sus propósitos académicas, Nezahualcóyotl recibió instrucciones de los deberes reales. Él nunca se olvidó de las circunstancias brutales que ocasionaron su exilio y estaba decidido a recuperar su trono.
Pero él necesitaba un pretexto para entrar a su tierra de nacimiento, ahora parte de del extendido Texcocano-Tepaneco. El rey Tepaneca ya había muerto y fue reemplazado por su hijo Maxtla. Pretendiendo reconciliarse con los Tepanecas, Nezahualcóyotl fue a la ciudad capital de Atzcapotzalco y le hizo reverencia a Maxtla, presentándole flores. Pero Maxtla, un rudo y sospechoso hombre, despreció la ofrenda. Nezahualcóyotl, sintiendo que estaba en peligro, se escapó del palacio y regresó a su ciudad natal de Texcoco.
Durante su corto encuentro Maxtla había notado que Nezahualcóyotl tenía una fuerte impresión. Temió que sería un rival potencial, fingió haber cambiado de opinión, envió una invitación a Nezahualcóyotl para que lo acompañara a una fiesta en su honor que se llevaría a cabo por la tarde. Entonces Maxtla ordenó que asesinarán al príncipe al llegar.
Pero Nezahualcóyotl se negó. Tan fuerte era la presencia del príncipe en sus seguidores que uno de ellos, estuvo de acuerdo en que había cierto riesgo de muerte así que él iría en el lugar del príncipe.
Cuando fue descubierto, Maxtla enfurecido puso un precio a la cabeza de Nezahualcóyotl, prometió extensas propiedades y la mano de una mujer noble a cualquier hombre que pudiera capturar o mata a su rival. Nezahualcóyotl significa " zorro hambriento " y así es exactamente cómo él vivió en los siguientes años. Ocultado en lo alto de la sierra, viviendo en hoyos y cuevas, él no obstante tenía algo importante: la maravillosa devoción de su gente. En cuanto a la recompensa de Maxtla, nadie lo entregó aunque muchos lo reconocieron en su disfraz de campesino.
A la larga Maxtla consiguió su castigo. Cansándose de su tiranía, un número de nobles se pasaron al lado de Nezahualcóyotl. Una coalición fue formada y las fuerzas de Maxtla fueron conducidas fuera de los dominios Texcocanos. Entonces sus enemigos marcharon en Atzapotzalco. Encontrando a Maxtla oculto en los baños del palacio, lo arrastraron hacia fuera y lo ofrecieron como sacrificio humano a los dioses.
Finalmente logró el trono que era su derecho por nacimiento, Nezahualcóyotl comenzó a mostrar evidencias de sus notables habilidades. Su primer acto fue idear un código de leyes, fue considerados tan ejemplar que fue adoptado por sus aliados principales, los Aztecas y los Tlacopanos. Las leyes, basados en una división de poderes, creaban un número de consejos incluyendo guerra, finanzas, justicia y el llamado consejo de música. No sólo era música, sino que incluía ciencia, arte, literatura, poesía e historia.
Con este alto nivel cultural, Texcoco bien podría ser conocida como "la Atenas del Mundo Occidental" –según el historiador Boturini.
Consumado el dominio del valle de México, Texcoco, Tenochtitlán y Tacuba formaron la Triple Alianza, en 1431, y reinó por más de 40 años. Reorganizó el gobierno y dictó leyes que fortalecieron al Estado. Se encargó de la construcción del acueducto de agua potable para México. Durante ese periodo ordenó la construcción de palacios, templos, jardines botánicos y zoológicos. También supervisó la construcción de caminos, diques y presas.
Dirigió además la construcción de calzadas, las obras de introducción de agua a México, la edificación de diques para aislar las aguas saladas de los lagos e impedir inundaciones.
Nezahualcóyotl murió a los 70, lleno de honores y le sobrevivieron varias de sus esposas, una horda de concubinas y 110 hijos. Uno de sus hijos legítimos, un muchacho de 18 años de edad llamado Nezahualpilli, le sucedió en el trono. El rey murió feliz, creyendo en que él colocó una dinastía y un estado lo suficientemente fuerte que duraría siglos. Su deseo no sería no tan largo porque después de 47 años de su muerte, invasores de piel blanca cruzó los mares para terminar con la civilización tan brillante que había creado.
Compuso numerosos cantos y poemas, de los que se conservan unos 30, donde planteaba profundos problemas filosóficos. Todos estos poemas nos dejan penetrar dentro del alma y expresión de Nezahualcóyotl. En su honor, un municipio y una ciudad en el estado de México llevan su nombre.
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