Muere un abogado y va al cielo.
Lo recibe San Pedro, le da la bienvenida muy calurosamente, le coloca unas guirnaldas y lo guía personalmente hasta su aposento celestial. Se trata de un penthouse enorme y muy lujoso, con vista directa al trono de Dios.
El abogado, muy contento, pasa toda esa tarde en su nueva morada, y por la noche decide salir a caminar por el cielo. En eso se encuentra con un ángel que le sirve de guía; pasan frente a una casilla, y el ángel le comenta que esa es la morada del Papa Pío XII. - "Cómo es posible que tantos Papas y Beatos vivan casillas y apartamentos tan roñosos, y que a él, un simple abogado, le hubieran dado un penthouse tan grande y lujoso, con vista al trono de Dios".
El ángel contestó: Colaboración de Alejandro Alonso Vergés. |