Un argentino que siempre iba a las discos -antros-, el cual sabía bailar muy bien y era admirado por todos.
En una noche al estar bailando como loco se le revolvió el estómago y tuvo que parar para ir al baño.
"Esperáme ché tantito, que tengo que ir al baño"- dice el argentino a su pareja de baile. En el baño, el argentino vació todo lo que tenía que vaciar pero no se dio cuenta que sus tirantes quedaron flotando dentro de la taza del baño y los embarró todos, y con todo y las prisas sólo se abrochó el pantalón y dejó los tirantes colgando para regresar a bailar. En el baile, empezó a bailar como loco… Y los tirantes se movían de acá para allá embarrando a todo aquél que bailara en la pista. Un muchacho que estaba cerca lo para y le dice: - "¡Ché, que nos estas cagando a todos!", Y el argentino contesta: - "Y eso que estoy bailando sencillito". |