Papá, ¿me prestas tu coche un rato? -preguntó el joven a su padre-. Quiero que mis compañeros de escuela me vean conducir un automóvil de 300,000 pesos.
- Mejor te doy 50 centavos -repuso el padre-. Así puedes presumir que viajas en un autobús de 600,000.
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