Era una vez un borracho que estaba agarrado de un poste y decía él. - Lo suelto, o no lo suelto. Después de varias horas se junta la gente alrededor de él y toda la gente dice. - ¡Que lo suelte, que lo suelte! Y después dice el borracho lo suelto. Y contestan: - SIIIIIIIIIIIIIIIII Y el borracho TRTRTRTRTRTRTRTRTRTRT sale el pedote. Colaboración de Cesar Salazar Hernandez. |