Un hombre baja en su automóvil por una carretera de montaña, sinuosa y escarpada. Una mujer también al volante, sube por la misma carretera. Cuando se cruzan, la mujer saca la cabeza por la ventanilla y grita: "Cerdooo" El hombre saca también la cabeza por la ventanilla y contesta: "Putaaa!" Cada uno sigue su camino. Cuando el hombre tuerce en la curva siguiente se encuentra con un cerdo en medio de la carretera; instintivamente, gira el volante para esquivarlo y el coche rueda por la ladera y se estrella en el valle. Ah, si los hombres escucharan alguna vez a las mujeres... Colaboración de Nayezi de Alicante España. |