Moco nostálgico: es el moco que te comías en la niñez y que recuerdas cada vez que pruebas algo saladito. Moco tipo Hulk: es verde, verde. Moco Bart Simpson: está completamente amarillo. Moco suicida: es aquel que sale disparado al vacío cuando estornudas. Moco trapecista: es aquel que anda, de un hilo, colgando de tus narices cuando te da un ataque de tos. Moco que escoge la puerta falsa: es el que resbala hacia la garganta y lo sacas creyendo que es un gargajo. Moco asesino: es aquel que atenta contra tu vida al cortarte la respiración en las noches. Moco clepsidra: es el que andas goteando de la nariz cuando tienes gripe. Moco que llama la atención: es el que no puedes evitar mirarlo en el pañuelo cuando te acabas de sonar. Moco del amor: es el que dejas embarrado en la mejilla de tu novia cuando le das un beso. Moco aferrado: es el moco que se aferra a quedarse pegado a tu dedo una vez que te lo sacas de la nariz. Moco espinoso: es aquel que sale mezclado con pelos de la nariz. Moco clandestino: es aquel que embarras en la pared, o en la parte baja de algún mueble, tratando de que nadie se de cuenta. Moco sentimental: es aquel que se te sale con las lágrimas. Moco despreocupado: es con el que se oye un silbido cuando respiras. Moco del cielo (o de las alturas): es el moco que le muestras a los demás cuando levantas la cabeza y miras hacia arriba. Moco cerveza: es el que tiene consistencia espumosa: Moco pompa de jabón: es el que inflas en algún orificio de tu nariz y se rompe como una burbuja de jabón. Moco sorpresa: es el que encuentras en la almohada cuando despiertas en la mañana. Moco afrodisiaco: parece que es una orden de ostiones. Moco expansivo: es el que resulta tan abundante que se te embarra en la cara al momento de sonarte. Moco orquesta: es aquel que en medio de un estornudo, excepcionalmente fuerte, sale acompañado con un salivazo, un par de lágrimas, un chorro de orina y un pedo. Moco nutritivo: es aquel que sale con comida (típicamente algunos granos de arroz o una semilla de alegría) que se sube de la garganta a la nariz. Moco pornográfico: es el que tiene apariencia de semen. Moco cometa: es el que, al sacártelo con el dedo, resulta que arrastra una cola viscosa diez veces más larga que él. Moco Bubbalo: es el que parece seco, pero tiene su centro líquido. Moco Ping Pong: es aquel que cuando te lo sacas, lo encuentras tan sólido que no puedes resistir la tentación de hacer una pelotita con él Moco resbaladizo: es aquel que cada cierto tiempo tienes que aspirar porque está a punto de salir de tus narices. Moco cristalino: es aquel que jurarías que es una gota de agua... hasta que lo tocas. Moco con leche y galletitas: es aquel que sale de tus narices, mezclado con tu desayuno, cuando te atragantas. Moco escapista: es el que te sacas de la nariz y descubres, aterrado, que no sabes dónde quedó. Moco traicionero: es el que sientes que se te sale cuando estás dando un discurso. Moco que se junta con la mugre: es aquel que cuando te lo sacas con el dedo se esconde entre la suciedad de tus uñas. Moco mascarilla: es cuando te embarras la cara con el moco y, al secarse, forma una película sobre la piel (¡te la deja suavecita!). Moco sádico: es aquel que inunda tus narices justo en el día que se te olvida el pañuelo. Moco huella digital: es el que no te lo puedes sacar en la escena de un crimen porque pudieran quedar impresas tus huellas digitales en él. Moco en mangas de camisa: es aquel con el que, a falta de pañuelo, utilizas la manga para limpiártelo. Moco Batman: cuando te suenas siempre hace un 'batidillo' (y cree que la nariz es su baticueva). Colaboración de Gabriel Nuñez Acevedo. |