Después de haberse mudado a la Universidad, Carlos invito a cenar al departamento a su madre. Ella -quien tenia serias dudas sobre su hijo de un tiempo para acá-, noto lo fino y atractivo que era el compañero de cuarto de su hijo y al verlos comportarse durante la cena le pregunto si es que había algo más entre ellos que una amistad.
"No te preocupes madre" dijo Carlos, "solo somos compañeros de cuarto". En fin, después de la cena, la madre se despidió de su hijo y se regreso a su ciudad, ya que Carlos vivía en una Universidad lejos de casa. Poco después Miguel, el compañero de Carlos, le comento que desde la visita de la madre no había sido capaz de encontrar un fino candelero de plata que habían usado durante la cena. "No creo que lo haya tomado" dijo. Carlos, "pero de todas formas le escribiré para comentarle sobre ello".
La carta de Carlos decía:
A los pocos días, Carlos recibió esta carta de su madre:
Colaboración de Rubén Cadena de Italia.
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