Danza del vientre: requiere una gran capacidad articular y de elongación, a la vez que se necesita flexibilidad y capacidad aeróbica. Biodanza: El creador de esta danza se llama Rolando Toro y según él, este baile conjuga los potenciales de la persona y la afectividad. En este tipo de danza se realizan ejercicios con música, canto, expresiones corporales y emocionales.
La biodanza se encarga de abordar a las personas desde sus aspectos más sanos, forma inversa a la tradicional en la que regularmente se suele abordar al ser humano desde sus patologías. Bailes yorubas y africanos: estos bailes se realizan en grupo, pero no en pareja. Son muy buenos para liberar tensiones porque se realizan movimientos muy enérgicos. Muchos bailes de origen africano tienen una alta relación con danzas religiosas, por eso sus significados trascienden lo corporal. Danza terapéutica(dance movement therapy): en los Estados Unidos se ha definido este sistema como la utilización terapéutica del baile. Se toma la danza como un proceso orgánico en el cual se busca la integración psicofísica. La dance movement therapy (DMT) trabaja particularmente sobre la imagen y el esquema corporal, y como terapia intenta conseguir que la persona adquiera una imagen de su cuerpo y sus posibilidades más cercana a la realidad. Esta danza es altamente recomendada para aquellos que sufren de timidez, introversión, inhibiciones, hipo e hiperkinesia, torpeza motriz y trastornos de la imagen. La mayor ventaja es que no tiene contraindicaciones. Psicoballet: este baile nació en Cuba, con el fin de trabajar los problemas psicológicos en niños. Georgina Fariñas, su creadora, explica que se mezclan el baile con la expresión corporal, el mimo y la pantomima, el vestuario y los ejercicios físicos intensos. Este tipo de danza es muy compleja de realizar, por eso requiere de aquellos que lo practican, una gran disciplina para realizar los objetivos, entre ellos especialmente el de estimular la autovaloración y la autoestima.
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