Dijo Adán al Creador: No entiendo, Señor. De veras: no entiendo. ¿Qué meses son éstos que hiciste, febrero y marzo? Impredecibles son uno y el otro. Un día cae una lluvia tormentosa y al siguiente brilla espléndido el sol. Hoy sopla un viento que parece que va a arrancar los cimientos del mundo y mañana todo está en calma apacible y sosegada. No me explico, Señor, por qué hiciste así esos meses. Le contestó el Señor: Mira, Adán: dentro de poco voy a hacer a la mujer, y es bueno que desde ahora te vayas acostumbrando. Colaboración de Gabriel Nuñez de León, Gto., México. |