- “Esa buscona no me gusta para mi bebé”.
- “Me traes a mija temprano, eh”. - “¿Sabes cocinar?, porque mi niño es de muy buen diente y nada más le gusta mi comida”. - “¿Cuánto ganas?, porque mi hija está acostumbrada a lo mejor”. - “¡Qué arrugada trae la camisa! Seguramente no le planchas”. - “¿Ya vas a empezar de borracho? Su ex novio no tomaba”. - “¡Qué casa tan desordenada! Hasta parece que no hay una mujer aquí”. - “¡Ay, si se hubiera casado con fulanito, ése la traía en carro”. - “Él tiene muchas amigas, eh, vete acostumbrando”. - “Como que no deja muy blancas las camisas: ha de ser una fodonga”. - “No sé cómo, teniendo mejores partidos, mija se fijó en éste. ¡Es un don nadie, un pelagatos!”. - “Vas a tener que traer a tus papás para que hablen con nosotros”. - “¿No que ese tipo era tu primo? ¡Qué confiancita!, ¿no? Donde se entere mijo, la que se te va a armar”. - “De aquí no te la llevas, si no es de blanco”. - Por teléfono: “no te puede contestar, está muy ocupado”. - “¡Urge que se casen!, aunque sea por el civil”. - “Esa chamaca nada más le quita el tiempo a mi niño; él tiene que acabar su carrera”. - “Ya se están tardando en hacerme abuela”. - “¡No tiene remedio este hijo mío! A ver si tú puedes cambiarlo”. - “Yo les cuido a los niños; aquí van a comer mejor”. - “¿Y ese vestido? Se ve que es fino. Para que lo sepas: mi hijo no es rico”. - “Ya es muy tarde, ¿qué no tienes que llegar a tu casa?”. - “Quedaste medio gordita después del embarazo”. - “Esa mujer lo está alejando de mí, que soy su madre”. - “Me voy con ustedes una temporadita para echarles la mano; sólo serán unos seis u once meses, más o menos”. - “Más te vale que me cuides a bebé” (¡de cuarenta años!). |