El gallego odiaba al gato de la esposa y resuelve hacerlo desaparecer. Para ello, pone al gato en una bolsa y lo lleva en el auto a 20 cuadras de la casa. Cuando vuelve, el gato estaba sentado en el portón de la casa. Nervioso, el gallego repite la operación, pero ahora lo abandona a 40 cuadras de la casa. Cuando regresa, el gato otra vez estaba esperándolo en el porton. Ahora el gallego estaba recaliente, agarra el gato lo pone en el auto y anda 10 cuadras a la derecha, 20 a la izquierda, 30 hacia el norte y le dice: - ¡Ahora te quiero ver, GATO HIJO DE TU MADRE!! Cinco minutos después llama por el celular a la esposa: - ¿Querida, el gato está por ahí ? - Recién llegó, ¿por qué preguntas, querido? - ¡Ponme a ese hijo de su madre al teléfono, porque estoy perdido...! COMENTA!!! 10-4 Colaboración de Francisco Izaguirre de Saltillo Coauh, México. |