Suena el teléfono a las cuatro de la madrugada. Luis Miguel descuelga el aparato absolutamente dormido. Del auricular sale una voz ronca que se entiende con dificultad. - Ho... la... Ya... se... ha... blar... - A sí yo también sé hablar y no me dedico a molestar a los demás a altas horas... - Pe... ro... yo... soy... u... na... va... ca.. |