Había un hombre que tenía muy mala suerte, que sus hijos no le hablaban, su esposa lo habia abandonado y ya estaba arto que decidio vender su alma al diablo. Desesperado dice: - Diablo quiero venderte mi alma. A lo que al instante se oye un trueno, y empieza a temblar la tierra y el hombre estaba todo asustado, pero seguia con su idea. Sale un diablito y le dice: - Que dice mi papi que le diga mañana porque hoy no tiene dinero. |