Era una vez un muchacho que tenia hongos en los pies y viajo por todo el mundo buscando algun doctor que se los pudiera quitar y un dia llego a su casa muy decepcionado de que no se le podian quitar y un amigo le dijo que en el cerrito habia un curandero que hacia de todas curaciones y dijo: No tengo nada que perder y entonces fue el curandero le dijo que tocara en una puerta y cuando le contestaran quien es le dijera hongos en los pies y ya pago su consulta y se fue entonces vio una casa y toco, cuando contestaron "quien es" dijo hongos en los pies y se fué corriendo, cuando llegó a su casa se revisó los pies y ya no los tenía y después de una hora tocaron en su casa y muy preocupado de que si decía quien es le regresarían y dijo "que rollo" y le contestaron emorroides en el oyo y se fue corriendo. Colaboración de Apolonio Flores Soriano. |