Muere James Bond y llega al cielo con San Pedro... S.P.-- ¿Cuál es tu nombre hijo? J.B.-- Soy Bond, James Bond. S.P.-- Si, a fuerza, eso dicen todos los que llegan, eso lo tienes que demostrar... J.B.-- ¿Qué desea que haga? S.P.-- Mira, déjame aquí en la puerta una identificación y pásale a buscar a Adán, si lo traes quiere decir que en realidad eres James Bond. Pasan unos minutos y llega con Adán de la mano. J.B.-- Bueno, aquí tiene a Adán. S.P.-- ¿Cómo lo encontraste entre tantos? J.B.-- Muy fácil, solo busqué al que no tiene ombligo y era él. S.P.-- Tienes razón, fue muy sencillo, por lo cual no cuenta. Entonces San Pedro pone un parche a todo mundo en el ombligo y le dice a Bond que no se los puede quitar, mete a Adán al cielo de nuevo y lo revuelve como ficha de dominó y lo manda de nuevo a buscar a Adán. A los pocos minutos llega Bond con Adán. J.B.-- Aquí está de nuevo. S.P.-- No manches hijo, ¿cómo le hiciste? J.B.-- Fue muy sencillo, busqué a quien le faltaba una costilla, y ese solamente es Adán. S.P.-- Tienes razón, fue muy sencillo, esta no cuenta. Entonces San Pedro convierte en momias a todos los habitantes del Cielo incluyendo a Adán y los mete en un cuarto en el que solo se podían ver siluetas por la falta de luz. Entra Bond a buscarlo, se cierra la puerta del cuarto y se comienza a escuchar un gran alboroto. Sale James Bond ensangrentado y golpeado en todo su cuerpo, pero con Adán a un lado. J.B.-- Aquí está Adán de nuevo, ¿ahora si puedo pasar? S.P.-- Claro hijo, el cielo es tuyo, solo dime, ¿cómo le hiciste para encontrarlo? J.B.-- Muy fácil, entré al cuarto y le dije a todo mundo: "vayan y ching... a su madre", y el único que no brincó a madrearme fue él. Colaboración de Tomás Ramírez de Matamoros, Tamaulipas, México. |