Un hombre va por la calle con el cierre abierto, pero él no se ha dado cuenta. Una chica lo ve y disimuladamente le dice: "Disculpe, pero ha dejado la puerta de su casa abierta". El hombre sigue caminando sin saber por qué la chica le dijo eso, y más tarde se da cuenta de que tiene el cierre abierto. Al día siguiente se encuentra con la misma chica y le pregunta si cuando ella vio la puerta de su casa abierta había visto a un hombre grande y fuerte parado en la puerta, y ella le contesta: "No, lo que yo vi fue a un viejito chiquito sentado en dos piedritas". Colaboración de Gabriel Núñez de León, Gto., México. |