El marido intenta comunicarse por teléfono a su casa: -¡Ring!... ¡Ring!... ¡Ring!... ¡Ring!... Intenta marcar nuevamente ¡Ring!... ¡Ring!... ¡Ring!... ¡Ring!... ¡Ring!... ¡Ring!... ¡Ring!... Por fin se escucha la agitada voz de su esposa: -¿Bueno? -Mi amor qué pasa, ¿por qué no contestabas? -Lo siento cielo, ¡es que estaba arriba! -Ok, solamente para avisarte que ya voy para allá. Tras colgar el teléfono, el hombre reflexiona un instante. -¡Ah caray!, si mi casa es de un piso. |