Mi madre me enseñó a anticipar: "¡Deja que llegue tu padre!
Mi madre me enseñó a recibir: "¡En cuanto lleguemos a casa te voy a dar una…!" Mi madre me enseñó lógica: "¡Si te caes de ese columpio y te rompes el cuello, no vas a poder ir conmigo a la tienda!" Mi madre me enseñó medicina: "¡Si sigues haciendo bizcos, te va a dar un aire y te quedarás así!" Mi madre me enseñó a ver hacia el futuro: "¡Si no aprendes ortografía, nunca vas a conseguir un buen trabajo!" Mi madre me enseñó el buen humor: "¡Cuando la podadora de césped te corte los dedos de los pies, no vengas corriendo conmigo!" Mi madre me enseñó genética: "¡Eres igualito a tu padre!" Mi madre me enseñó acerca de mis raíces: "¿Crees que naciste en un chiquero?". Mi madre me enseñó la sabiduría que da la edad: "¡Cuando llegues a mi edad entenderás!" Mi madre me enseñó acerca de la justicia: "Algún día tendrás hijos, y espero que sean igualitos a ti... ¡Entonces sabrás lo que se siente!".
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