- ¿Cómo sería para ustedes una muerte tranquila? Arturo contestó: - Como murió mi abuelito, profe… - ¿Cómo murió tu abuelito? - Se quedo dormido. - Excelente respuesta. Y entonces, ¿cómo sería una muerte horrible, Arturo? - Como los amigos de mi abuelito. - ¿Y cómo murieron? - Iban en el carro de mi abuelo cuando se quedó dormido.
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