La familia comía tranquilamente. De pronto la niña de 7 años comenta a voz en cuello: - Les tengo una mala noticia: ¡ya no soy virgen! Silencio sepulcral hasta que entre los padres comienzan las recriminaciones mutuas: que si no cuidas lo suficiente a la niña; que si tu y tus ideas necias de que no se hable abiertamente de sexualidad, ya vez. Entre los gritos, se oye la tímida voz del hermanito que pregunta: - ¿Por qué ya no eres virgen? - ¡Es que la maestra me saco de la pastorela! Colaboración de Nayezi de Alicante España. |