De camino por la calle, un perro vio un letrero en la ventana de una oficina. Decía: "Se solicita empleado. Debe ser capaz de mecanografiar 70 palabras por minuto, usar computadora y hablar dos idiomas. No importa sexo ni raza"
El perro solicitó el puesto, pero fue rechazado. - No puedo contratar a un perro para este empleo -dijo el gerente de la oficina. Pero cuando el perro le señaló un letrero que decía que en aquella oficina no existía la discriminación en el empleo, dio un suspiro y preguntó: - ¿Sabe mecanografiar? En silencio, el perro se dirigió a una máquina de escribir y mecanografió una carta impecable. - ¿Y usar computadora? -inquirió luego el gerente. El animal se sentó ante una terminal, escribió un programa y lo corrió a la perfección. - Mire usted -volvió a decir el exasperado gerente-, a pesar de sus excelentes habilidades no puedo contratarlo, pues necesito alguien que sea bilingüe. El anuncio lo dice claramente. El perro miró entonces al gerente y le dijo: - Miau. |