Había una vez una familia que era tan pobre pero tan pobre. ... Que mi madre en vez de dar a luz daba a velas. ... Que cuando alguien llegaba a la casa para que le prestáramos algo, lo único que le podíamos prestar era atención. ... Que ahorrábamos tanto que dormíamos todos juntos para soñar lo mismo. ... Que teníamos un perro tan débil, tan débil, que cada vez que ladraba perdía el conocimiento. Colaboración de Gabriel Nuñez de León, Gto., México. |