Iban un pollito y un puercoespín caminando por la carretera, y de repente los atropella un carro.
Los dos pierden la memoria, no sabiendo que hacer le dice el puercoespín al pollito, ¡¡ya se, tú me dices como soy y yo te digo como eres!! Y el pollito dice: Esta bien, empieza tú. Y el puercoespín le dice, mira; tú eres bonito, chiquito, amarillo con unas patitas rositas y un piquito bien bonito. ¡Ah! ya se dice el pollito yo soy un pollito; y el puercoespín le dice, ahora tú: - Y el pollito empieza; eres feo, gordo, prieto y con los pelos parados, y el puercoespín grita: ¡¡¡Nooooo!!!! No me digas que soy chilango. |