Un hombre va conduciendo por la carretera cuando de pronto ve que en dirección contraria viene una mujer conduciendo un auto. Al acercarse, ella baja el vidrio y grita: ¡PPUUUEEEEEEEEEERRCOOOOOOOOOO! El hombre obviamente no se pudo quedar callado, bajó su vidrio y le gritó: BBBBBBBUUUUUUURRRRRRRRRAAAAAAA! En eso, al doblar la curva... ¡PUM! se estrella con un gran puerco que está en medio de la carretera. MORALEJA DE LA HISTORIA: Los hombres nunca logran comprender lo que las mujeres tratamos de decirles. Colaboración de Gabriel Núñez de León, Gto., México. |