- Hola mamá, ¿te puedo dejar a los chicos esta noche? - ¿Vas a salir? - Sí. - ¿Con quien? - Con un amigo. - Yo no sé por qué te separaste de tu marido; es un hombre tan bueno... - Yo no me separe, él se separó. - Tú dejaste que se separara y ahora andas ahí con cualquiera. - No ando con cualquiera, ¿te puedo dejar a los chicos? - Yo jamás los dejé a ustedes, para salir con alguien que no fuera tu padre. - Hay muchas cosas que tú hiciste y yo no hago. - ¿Qué me quieres decir? - Nada, sólo quiero saber si te puedo dejar a los chicos. - ¿Vas a quedarte a dormir con el otro? ¡Qué diría tu marido si se enterara! - ¡¡¡Mi EX marido!!! no creo que a él le preocupe, desde que nos separamos no debe haber dormido ni una noche solo. - Entonces te vas a quedar a dormir con ese vago. - ¡¡¡No es un vago!!! - Un hombre que sale con una divorciada y con hijos es un vago y un vividor. - No quiero discutir, ¿te llevo a los chicos o no? - ¡¡¡Pobres criaturas con una madre así!!! - ¿Así cómo? - Con pajaritos en la cabeza, ¡¡¡por eso te dejo tu marido!!! - ¡Basta! - ¡Encima me gritas!, seguramente a ese vago con el que sales, también le gritas. - ¡Ahora te preocupa el vago! - ¿Viste que es un vago?, yo me di cuenta enseguidita. - ¡¡¡Chao!!! - Espera, no cuelgues, ¿a qué hora me traes a los chicos? - No los voy a llevar, no voy a salir. - Si no sales ahora, ¿cómo piensas rehacer tu vida?.
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