Un día que fuí a ver a mi dentista me encontré con que el consultorio estaba en plena remodelación. Cuando la higienista me hizo pasar a uno de los cuartos de revisión, oí ruidos de martillos y serruchos que provenía del cuarto contiguo. - Debe de ser horrible para los pacientes oír ese ruido mientras les revisan la dentadura. -comenté. - Pues eso no es nada-repuso-. Debería ver la cara que ponen cuando oyen el martillo neumático. |