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| 7. Cómo conseguir alcohol durante los días de Ley seca Aunque las autoridades notifican esta contingencia con anticipación, muchos se enteran ya en la caja del supermercado. En ese caso, lo mejor es dirigirse al barrio popular más cercano y buscar alguna vinatería ventanera. Para cubrir las apariencias, el dependiente le venderá cinco tripas de chorizo y medio kilo de huevos, aparte de su tequilota. Si le sobra dinero, entonces ni sufra: para los restaurantes de lujo no existen dichas restricciones y surten de bebidas alcohólicas todo el año, siempre y cuando pida un buen filete o de perdida una ensalada múltiple de cien pesos. La opción pobre es caerle a cualquier vecino ebrio y, con el pretexto de las hojitas de perejil para los frijoles, gorrearle unas cubas. 8. Cómo viajar en el metro sin lamentarlo siga los siguiente consejos: a) si puede, nunca viaje en horas pico (de 7 a 9 y de 18 a 20:30); b) si no le queda de otra, trate de irse hasta atrás (del andén) o hasta adelante (a la mayoría de la gente le da güeva caminar de más); c) no se quede cerca de la puerta, ahí se convierte en estorbo; d) póngase loción o perfume para mejorar lacalidad del aire a su alrededor; e) nunca descuide la retaguardia; f) no olvide que las líneas 1,2 y 3 son las más conflictivas, en ese mismo orden; g) siempre lleve algo para leer, de ese modo el tiempo se va volando; h) no cuente las estaciones que le faltan, eso agudiza la claustrofobia y la angustia; i) lleve moneda fraccionaria para comprar dulces y toda clase de gangas; y j) cuando vea a un vendedor de guías del Metro, dentro de un vagón del ídem, no dude en comprar una. 9. Cómo evitar que los limpiaparabrisas hagan su trabajo. La gran cantidad de espontáneos que deambulan en los semáforos de las grandes avenidas, es una plaga que sólo puede terminarse con más y mejores empleos y desarrollo en materia de educación y cultura. Como no está en manos de los automovilistas conseguir tal, lo mejor que puede hacer es dejar que estos personajes cumplan con su cometido; de otra manera, lo único que conseguirá será alborotar sus resentimientos sociales, y puede que se decidan a empezar la revolución encima de su coche: tenga siempre un peso para alivianarlos. 10. Cómo subir y bajar de un microbús en movimiento Si usted tiene aspecto más o menos juvenil, no espere que los microbuseros hagan alto total; ellos traen prisa por sacar lo de la gasolina, lo de la cuenta y lo del chivo. A quienes les fallan las piernas deben hacer la parada en una esquina con semáforo y esperar a que se ponga el rojo. En un cruce cualquiera, el microbús no se detendrá del todo y usted debe seguir los siguientes pasos para abobrdar: a) calcule el momento de menor velocidad; b) con la mano derecha apañe el pasamanos exterior y suba al estribillo con el pie derecho, al tiempo que su hombro choca "amortiguadamente" con lo puerta que, en esos momentos, está doblada. Para bajar: a) calcule la velocidad; b) párese en el estribo mirando hacia el frente (del micro, eh, mucho ojo); nunca baje como si se tratase de una escalera normal; c) cuando sienta que la "unidá" ya no va a reducir su velocidad, déjese caer y mueva las patitas con la rapidez que requiera el caso (técnica del aguilita). Colaboración de Gabriel Núñez de León, Gto., México. |
