Un señor está triste y le dice un amigo: Oye, ¿Qué te pasa? Y le contesta: Es que casi atropello a mi suegra. Y el amigo le dice: ¿Qué pasó? ¿Te falló el freno? No, ¡El acelerador! Colaboración de Victor Manuel Espino Ocampo de Ixtapa, Zihuatanejo, México. |