Estaban, entre otros, Clinton, Menem y Zedillo en una reunión de jefes de estado con el Papa en el Vaticano. Al término, se despiden de él... Clinton: "Congratulations, it was an inspiring meeting, your Holiness". Menem: "Santo Padre, mis consideraciones! Ha sido una reunión que sólo los argentinos habríamos organizado tan bien como Ud." Zedillo: "Bueno, me dio mucho gusto estar aquí..... Me saluda a su esposa..." El Papa, sorprendido, le pregunta en voz baja a su secretario particular: "Y éste, ¿quién es?" El secretario le responde: "¡Ah!, Ése es el mismo pendejo que nos mandó un telegrama de felicitación cuando los Cardenales de San Luis ganaron la Serie Mundial". Colaboración de Gabriel Nuñez. |