Pedro estaba en la sala de espera de un aeropuerto, vio ahí una báscula computalizada que daba el peso y revelaba la fortuna. Decidió hacer la prueba, metió una moneda en la ranura y leyó en la pantalla: "Usted pesa 88 Kilos, es casado y está a punto de viajar a San Diego". Pedro se quedó anonadado. Enseguida, otro hombre usó el aparato. Esta vez la pantalla puso el siguiente mensaje:"Usted está divorciado, pesa 94 Kilos y se dispone a viajar a Chicago". Pedro le preguntó: Es cierto que usted es divorciado y se dispone a viajar a Chicago?. Así es, contesta el otro hombre. El asombradísimo Pedro corrió al baño, se cambió de ropa y se puso unos lentes oscuros. Volvió a pesarse en aquella báscula, está vez el mensaje fué: "Usted sigue pesando 88 Kilos, todavía está casado, y acaba de perder su vuelo hacia San Diego". Enviado por Amhed Herrera Portalatín de República Dominicana |