Un viejecito estaba haciendo pipí. Vuelve la vista hacia abajo y se dirige con lamentoso acento a la parte alusiva. Le dice lleno de pesar: "En mi juventud me arruinaste la tranquilidad; me arruinaste la fortuna; me arruinaste la salud... ¿Y ahora me arruinas los zapatos?"... Colaboración de Jorge López de México, D.F. |