Después de una larga sesión amorosa, el joven se da la vuelta, saca un cigarrillo de sus jeans y busca su encendedor. Como no lo encuentra, le pregunta a su compañera si tiene uno a la mano.
- Debe haber algunos fósforos en el cajón, responde ella. El abre el cajón de la mesita de noche y encuentra la cajita de fósforos... Al lado de la foto de un hombre. Naturalmente, el joven se preocupa. - ¿Es tu esposo?, pregunta nervioso. - No tontito, responde ella, acurrucándose junto a el amorosamente. - ¿Tu enamorado, entonces? - No, para nada, dice ella, mordisqueándole la oreja. - Bueno, y ¿quién es éste?, pregunta el desconcertado muchacho. Serenamente, la chica responde: - Soy yo, antes de la operación. Colaboración de Gabriel Núñez de León, Gto., México.
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