01 | Ustedes estaban muertos a causa de las faltas y pecados |
02 | que cometían, cuando vivían conforme al criterio de este mundo, según el Príncipe que domina en el espacio, el mismo Espíritu que sigue actuando en aquellos que se rebelan. |
03 | Todos nosotros también nos comportábamos así en otro tiempo, viviendo conforme a nuestros deseos carnales y satisfaciendo las apetencias de la carne y nuestras malas inclinaciones, de manera que por nuestra condición estábamos condenados a la ira, igual que los demás. |
04 | Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, |
05 | precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo -¡ustedes han sido salvados gratuitamente!- |
06 | y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo. |
07 | Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos futuros la inmensa riqueza de su gracia por el amor que nos tiene en Cristo Jesús. |
08 | Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios; |
09 | y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe. |
10 | Nosotros somos creación suya: fuimos creados en Cristo Jesús, a fin de realizar aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que las practicáramos. |
11 | Por eso, recuerden lo que ustedes eran antes: paganos de nacimiento, llamados «incircuncisos» por aquellos que se dicen «circuncisos», en virtud de un corte practicado en la carne. |
12 | Entonces ustedes no tenían a Cristo y estaban excluidos de la comunidad de Israel, ajenos a las alianzas de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. |
13 | Pero ahora, en Cristo Jesús, ustedes, los que antes estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. |
14 | Porque Cristo es nuestra paz: él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba, |
15 | y aboliendo en su propia carne la Ley con sus mandamientos y prescripciones. Así creó con los dos pueblos un solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz, |
16 | y los reconcilió con Dios en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, destruyendo la enemistad en su persona. |
17 | Y él vino a proclamar la Buena Noticia de la paz, paz para ustedes, que estaban lejos, paz también para aquellos que estaban cerca. |
18 | Porque por medio de Cristo, todos sin distinción tenemos acceso al Padre, en un mismo Espíritu. |
19 | Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. |
20 | Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. |
21 | En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor. |
22 | En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu. |