01 | ¿Te toca presidir la mesa? No te envanezcas: compórtate con los demás como uno de ellos y atiéndelos bien antes de sentarte. |
02 | Una vez cumplido todo tu oficio, ocupa tu puesto para alegrarte a causa de los comensales y verte coronado porque todo está en orden. |
03 | Habla, anciano, porque te corresponde hacerlo, pero con discreción y sin interrumpir la música. |
04 | Mientras se escucha, no te pongas a charlar ni te hagas el sabio fuera de tiempo |
05 | Sello de rubí en una alhaja de oro es un concierto musical mientras se bebe vino; |
06 | sello de esmeralda en un engaste de oro es la música melodiosa sobre la dulzura del vino. |
07 | Habla, joven, cuando sea necesario, pero dos veces a lo más, y si te preguntan. |
08 | Habla concisamente, di mucho en pocas palabras: sé como uno que sabe y sin embargo se calla. |
09 | En medio de los grandes, no pretendas igualarlos, y si otro habla, sé parco en tus palabras. |
10 | El relámpago brilla antes del trueno y el encanto precede al hombre modesto. |
11 | Levántate a tiempo, se seas el último en irte, ve derecho a tu casa, sin entretenerte por el camino. |
12 | Diviértete allí como más te guste, pero sin pecar con palabras arrogantes. |
13 | Y por todo eso, bendice a tu Creador, que te embriaga con sus bienes. |
14 | El que teme al Señor acepta ser instruido y los que lo buscan ardientemente alcanzarán su favor. |
15 | El que busca la Ley se saciará de ella, pero al que finge observarla le sirve de tropiezo. |
16 | Los que temen al Señor descubren lo que es recto y hacen brillar sus preceptos como una lámpara. |
17 | El hombre pecador no tolera ningún reproche y encuentra pretextos para hacer lo que quiere. |
18 | El hombre de consejo no descuida la reflexión; el impío y el arrogante proceden temerariamente. |
19 | No hagas nada sin el debido consejo y no te arrepentirás de tus acciones. |
20 | No vayas por un camino lleno de obstáculos y no tropezarás contra las piedras. |
21 | No te fíes del camino despejado |
22 | y cuídate hasta de tus hijos. |
23 | En todo lo que hagas, sé fiel a ti mismo, porque también eso es observar los mandamientos. |
24 | El que confía en la Ley presta atención a los mandamientos y el que confía en el Señor no sufrirá menoscabo. |