01 | Al ver que no podía dar hijos a Jacob, Raquel tuvo envidia de su hermana, y dijo a su marido: "Dame hijos, porque si no, me muero". |
02 | Pero Jacob, indignado, le respondió: "¿Acaso yo puedo hacer las veces de Dios, que te impide ser madre?". |
03 | Ella añadió: "Aquí tienes a mi esclava Bilhá. Únete a ella, y que dé a luz sobre mis rodillas. Por medio de ella, también yo voy a tener hijos". |
04 | Así le dio por mujer a su esclava Bilhá. Jacob se unió a ella, |
05 | y cuando Bilhá concibió y dio un hijo a Jacob, |
06 | Raquel dijo: "Dios me hizo justicia: él escuchó mi voz y me ha dado un hijo". Por eso lo llamó Dan. |
07 | Después Bilhá, la esclava de Raquel, volvió a concebir y dio un segundo hijo a Jacob. |
08 | Entonces Raquel dijo: "Sostuve con mi hermana una lucha muy grande, pero al fin he vencido". Y lo llamó Neftalí. |
09 | Lía, por su parte, viendo que había dejado de dar a luz, tomó a su esclava Zilpá y se la dio como mujer a Jacob. |
10 | Cuando Zilpá, la esclava de Lía, dio un hijo a Jacob, |
11 | Lía exclamó: "¡Qué suerte!". Y lo llamó Gad. |
12 | Después Zilpá, la esclava de Lía, dio otro hijo a Jacob. |
13 | Lía dijo entonces: "¡Qué felicidad! Porque todas las mujeres me felicitarán". Y lo llamó Aser. |
14 | Rubén salió una vez mientras se estaba cosechando el trigo, y encontró en el campo unas mandrágoras, que luego entregó a su madre. Entonces Raquel dijo a Lía: "Por favor, dame algunas de esas mandrágoras que trajo tu hijo". |
15 | Pero Lía respondió: "¿No te basta con haberme quitado a mi marido, que ahora quieres arrebatarme también las mandrágoras de mi hijo?". "Está bien, respondió Raquel, que esta noche duerma contigo, a cambio de las mandrágoras de tu hijo". |
16 | Al atardecer, cuando Jacob volvía del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: "Tienes que venir conmigo, porque he pagado por ti las mandrágoras que encontró mi hijo". Aquella noche Jacob durmió con ella, |
17 | y Dios la escuchó, porque concibió una vez más, y dio a Jacob un quinto hijo. |
18 | Entonces Lía exclamó: "Dios me ha recompensado, por haber dado mi esclava a mi marido". Y lo llamó Isacar. |
19 | Luego Lía volvió a concebir y dio un sexto hijo a Jacob. |
20 | "Dios me hizo un precioso regalo", dijo Lía. "Esta vez mi marido me honrará, porque le he dado seis hijos". Y lo llamó Zabulón. |
21 | Finalmente tuvo una hija, a la que llamó Dina. |
22 | Dios también se acordó de Raquel, la escuchó e hizo fecundo su seno. |
23 | Ella concibió y dio a luz un hijo. Entonces exclamó: "Dios ha borrado mi afrenta". |
24 | Y lo llamó José, porque dijo: "Que el Señor me conceda un hijo más". |
25 | Después que Raquel dio a luz a José, Jacob dijo a Labán: "Déjame volver a mi casa y a mi país. |
26 | Dame a mis mujeres, por las que te he servido, y a mis hijos, para que pueda irme. Porque tú sabes muy bien cuánto trabajé por ti". |
27 | Pero Labán le respondió: "Si quieres hacerme un favor, quédate conmigo. Yo he llegado a saber, por medio de la adivinación, que el Señor me bendijo gracias a ti. |
28 | Por eso, siguió diciendo, fíjame tú mismo el salario que debo pagarte". |
29 | Entonces Jacob añadió: "Tú sabes bien cómo te he servido, y cómo prosperó tu hacienda gracias a mis cuidados. |
30 | Lo poco que tenías antes que yo llegara se ha acrecentado enormemente, ya que el Señor te bendijo gracias a mí. Pero ya es hora de que también haga algo por mi propia casa". |
31 | "¿Qué debo darte en pago?", preguntó Labán. Y Jacob respondió: "No tendrás que pagarme nada. Si haces lo que te voy a proponer, yo volveré a apacentar tu rebaño y a ocuparme de él. |
32 | Revisa hoy mismo todo tu rebaño, y aparta de él todas las ovejas negras y todas las cabras moteadas o manchadas. Ese será mi salario. |
33 | Y más adelante, cuando tú mismo vengas a verificar mis ganancias, mi honradez responderá por mí: si llego a tener en mi poder alguna cabra que no sea manchada o moteada, o alguna oveja que no sea negra, eso será un robo que yo he cometido". |
34 | "Está bien, dijo Labán, que sea como tú dices". |
35 | Pero aquel mismo día, Labán separó los chivos rayados y moteados, todas las cabras manchadas y moteadas -todo lo que tenía una mancha blanca- y todos los corderos negros, y los confió al cuidado de sus hijos. |
36 | Después interpuso entre él y Jacob una distancia de tres días de camino. Mientras tanto, Jacob apacentaba el resto del rebaño de Labán. |
37 | Jacob tomó unas ramas verdes de álamo, almendro y plátano, y trazó en ellas unas franjas blancas, dejando al descubierto la parte blanca de las ramas. |
38 | Luego puso frente a los animales, en los bebederos o recipientes de agua donde iba a beber el rebaño, las ramas que había descortezado. Y cuando los animales iban a beber, entraban en celo. |
39 | De esta manera, se unían delante de las ramas y así tenían crías rayadas, moteadas o manchadas. |
40 | Además, Jacob separó a los carneros y los puso frente a los animales rayados y negros del rebaño de Labán. Así pudo formar sus propios rebaños, que mantuvo separados de los rebaños de Labán. |
41 | Y cuando los animales que entraban en celo eran robustos, Jacob ponía las ramas en los bebederos, bien a la vista de los animales, para que se unieran delante de las ramas; |
42 | pero cuando los animales eran débiles, no las ponía. Así los animales robustos eran para Jacob, y los débiles para Labán. |
43 | De esta manera Jacob se hizo extremadamente rico, y llegó a tener una gran cantidad de ganado, de esclavos, esclavas, camellos y asnos. |