01 | ¡Grita de júbilo, oh tú, que estabas estéril y que no dabas a luz; grita de júbilo y alegría, tú que no esperabas! Pues mira a los hijos de la abandonada, más numerosos que los de la casada, dice Yavé. |
02 | Ensancha el espacio de tu tienda, sin demora despliega tus toldos, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas; |
03 | porque te extenderás a derecha y a izquierda. Tu descendencia conquistará las naciones y repoblará las ciudades desiertas. |
04 | No temas, pues no vas a ser defraudada, no tengas vergüenza, pues no tendrás de qué ponerte colorada. Te olvidarás de las vergüenzas de tu juventud y de los desprecios que te hicieron cuando viuda. |
05 | Pues ahora te desposa tu creador, Yavé de los Ejércitos es su nombre. El que te rescata es el Santo de Israel, quien se llama Dios de toda la tierra. |
06 | Sí, Yavé te llama como a la esposa abandonada, que se encuentra afligida. ¿Se puede rechazar la esposa que uno toma siendo joven? , dice tu Dios. |
07 | Te había abandonado un momento, pero con inmensa piedad yo te vengo a reunir. |
08 | En unos momentos de ira te oculté mi rostro, pero con amor que no tiene fin me apiado de ti -dice Yavé, que te viene a rescatar. |
09 | Voy a hacer como en el diluvio de Noé, cuando juré que las aguas no pasarían más sobre la tierra. Así, juro yo no enojarme más contigo ni amenazarte nunca más. |
10 | Los cerros podrán correrse y bambolearse las lomas; mas yo no retiraré mi amor, y mi alianza de paz contigo no se bamboleará -dice Yavé, que se compadece de ti. |
11 | ¡Pobrecilla, azotada por la tempestad y sin consuelo! Yo asentaré tus muros sobre piedras preciosas, y serán tus cimientos de zafiro. |
12 | Haré tus murallas de rubíes, tus puertas de cristal, y todo tu contorno de piedras preciosas. |
13 | Todos tus hijos serán instruidos por Yavé, |
14 | Te mantendrás firme por la justicia y no tendrás que temer la opresión; el terror no se te acercará. |
15 | Si alguien te ataca, no será de parte mía; el que se lance contra ti, ante ti caerá. |
16 | Mira, yo he creado al herrero que mantiene el fuego de la fragua con el fuelle, y saca de allí las armas que debe forjar. Pero también he sido yo quien ha creado al destructor que las va a romper. |
17 | Ningún arma que hayan forjado contra ti resultará, y harás callar a cualquiera que te acuse. Este es el premio para los servidores de Yavé y la victoria que les garantizo, dice Yavé. |