Jesús vivía el Hoy, guiado por el Espíritu Santo. Tu disfruta también cada día de tu propio Hoy, dejándote guiar por el Espíritu de Dios.
Ese Hoy que Dios nos concede cada día, esas 24 horas en las que podemos disfrutar la eternidad de papá Dios, Señor Jesús, yo confío en tí.
Hoy toca quedarme en tu casa