01 | Hay un sitio de donde se extrae la plata y un lugar donde se refina el oro; |
02 | el hierro se saca del polvo y la piedra fundida da el cobre. |
03 | El hombre disipa las tinieblas y explora hasta el límite más extremo la roca lóbrega y sombría. |
04 | Gente extranjera perfora galerías ignoradas por el pie del caminante; allí, lejos de los mortales, oscilan suspendidos en el vacío. |
05 | La tierra, de donde sale el alimento, se transforma en su interior como por el fuego. |
06 | Sus piedras son el lugar del zafiro y contienen polvo de oro. |
07 | El ave de rapiña no conoce ese camino y el ojo del buitre nunca lo vio. |
08 | No lo pisaron los animales feroces ni el león anduvo por él. |
09 | El hombre extiende su mano al pedernal y conmueve las montañas hasta su raíz. |
10 | Abre túneles en la roca y ve toda clase de piedras preciosas. |
11 | Explora las fuentes de los ríos y saca a luz tesoros escondidos. |
12 | Pero la Sabiduría, ¿de dónde sale? ¿Y cuál es el lugar de la Inteligencia? |
13 | El hombre no conoce su camino ni se la encuentra en la tierra de los vivientes. |
14 | El Abismo dice: «No está en mí», y el Mar: «No está conmigo». |
15 | No se puede dar oro fino a cambio de ella ni se la compra a precio de plata. |
16 | No se la evalúa con oro de Ofir ni con ónix precioso o zafiro. |
17 | No se le igualan ni el oro ni el cristal, ni se la puede cambiar por vasos de oro. |
18 | Los corales y el cuarzo, ¡mejor ni nombrarlos! , y adquirir la Sabiduría vale más que las perlas. |
19 | El topacio de Cus no se le iguala, ni se la puede evaluar con oro fino. |
20 | La Sabiduría, entonces, ¿de dónde viene? ¿Y cuál es el lugar de la Inteligencia? |
21 | Ella se oculta a los ojos de todos los vivientes y se esconde de los pájaros del cielo. |
22 | La Perdición y la Muerte dicen: «Sólo su fama llegó a nuestros oídos». |
23 | Dios es el que discierne sus caminos y sólo él sabe dónde está, |
24 | porque él mira hasta los confines de la tierra y ve todo lo que hay bajo el cielo. |
25 | Cuando él daba consistencia al viento y fijaba las medidas de las aguas; |
26 | cuando imponía una ley a la lluvia y un camino al estampido de los truenos, |
27 | entonces, él la vio y la valoró, la apreció y la escrutó hasta el fondo. |
28 | Y dijo al hombre: «El temor de Dios es la Sabiduría, y apartarse del mal, la Inteligencia». |