01 | Josué, hijo de Nun, despachó desde Sitim secretamente a dos espías. Les dijo: «¡Vayan! Observen bien el terreno y la ciudad de Jericó». Después de recorrer su camino, entraron en casa de una prostituta que se llamaba Rahab; allí pasaron la noche. |
02 | Le avisaron al rey de Jericó: «Unos hombres israelitas llegaron aquí, han venido para observar el terreno». |
03 | Entonces el rey de Jericó mandó a decir a Rahab: «Haz que salgan esos hombres que se han alojado en tu casa, pues han venido para informarse de nuestro territorio». |
04 | Pero la mujer escondió a los hombres y respondió: «Esos hombres que llegaron a mi casa |
05 | se fueron al caer la noche, cuando se cierra la puerta de la ciudad, y no sé para dónde partieron. Si ustedes salen inmediatamente en su persecución, tal vez los atrapen». |
06 | En realidad, los había hecho subir a su terraza y los había escondido bajo unos atados de lino que tenía allí. |
07 | La gente se lanzó en su persecución en dirección al Jordán, hacia el lado de los vados, y apenas salieron, se cerró la puerta de la ciudad. |
08 | Todavía no se habían acostado los dos hombres, cuando ella los fue a ver en la terraza. |
09 | Les dijo: «Sé que Yavé les ha entregado este país; han sembrado el pánico en medio de nosotros y toda la gente de este país está atemorizada con ustedes. |
10 | Nos han dicho de qué manera Yavé secó ante ustedes el mar de los Juncos cuando salían de Egipto, y lo que ustedes hicieron a los dos reyes de los amoreos al otro lado del Jordán, a Sijón y a Og, a los que condenaron al anatema. |
11 | Cuando lo supimos se nos paró el corazón y al verlos acercarse todo el mundo está ahora lleno de miedo, porque Yavé, su Dios, es Dios tanto arriba en los cielos como abajo en la tierra. |
12 | Pero ya que les he hecho un favor, júrenme por Yavé que también ustedes harán un favor a la casa de mi padre, |
13 | y dejen que vivan mi padre, mi madre, mis hermanos, mis hermanas y todo lo que les pertenece. Líbrennos de la muerte». |
14 | Los hombres respondieron: «Te lo juramos por nuestras propias cabezas; con tal que tú no reveles nuestra conversación, te trataremos con bondad y fidelidad cuando Yavé nos entregue este país». |
15 | Los ayudó a bajar por la ventana, porque su casa estaba construida junto a la muralla. |
16 | Les dijo: «Huyan a los cerros para que no los encuentren los que los persiguen. Quédense allí escondidos tres días, hasta que regresen los que los persiguen, luego sigan su camino». |
17 | Los hombres le dijeron: «Respetaremos el juramento que te hemos hecho. |
18 | Cuando entremos en este territorio, amarrarás este cordón de hilo rojo a la ventana por donde nos hiciste bajar. Reunirás junto a ti, en tu casa, a tu padre, tu madre, tus hermanos y a toda la familia de tu padre. |
19 | Si alguno de entre ellos abre la puerta y sale de la casa, será responsable de su muerte y nosotros quedaremos libres, pero si los nuestros ponen la mano encima de cualquiera que esté contigo en tu casa, nosotros seremos responsables. |
20 | Pero no cuentes a nadie nuestro acuerdo, porque si no quedaremos libres del juramento que acabamos de hacer». |
21 | Les dijo: «Que sea como acaban de decírmelo». Los despidió y se fueron; luego amarró el cordón rojo a su ventana. |
22 | Los hombres al salir se dirigieron a los cerros. Allí estuvieron tres días mientras los que los perseguían buscaban a lo largo del camino, sin encontrar nada. |
23 | Los dos hombres entonces bajaron de los cerros y atravesaron el Jordán. Se presentaron luego a Josué, hijo de Nun, y le contaron toda su aventura. |
24 | Y añadieron: «Yavé ha puesto todo ese país en nuestras manos; todos los habitantes de ese país están asustados con nosotros». |