01 | Luego Holofernes la hizo pasar al lugar donde tenía preparada su vajilla de plata, y ordenó que le sirvieran de sus propios manjares y le dieran a beber de su vino. |
02 | Pero Judit le dijo: «No comeré de ellos, para no incurrir en falta; lo que he traído conmigo me bastará». |
03 | Holofernes le respondió: «Y cuando se acaben tus provisiones, ¿De dónde sacaremos otras semejantes, ya que entre nosotros no hay nadie de tu pueblo?». |
04 | Judit le dijo: «Quédate tranquilo, señor, porque antes que consuma mis provisiones, el Señor habrá cumplido por mi intermedio lo que tiene determinado». |
05 | Luego los oficiales de Holofernes la condujeron a su carpa, y ella durmió hasta la medianoche. Antes de la aurora, se levantó, |
06 | y mandó decir a Holofernes: «Señor, ordena que me dejen salir para hacer oración». |
07 | Y él ordenó a sus guardias personales que no se lo impidieran. Así permaneció Judit tres días en el campamento; cada noche salía al valle de Betulia y se bañaba en la fuente que estaba en el campamento. |
08 | Cuando salía del agua, oraba al Señor, el Dios de Israel, que dirigiera sus pasos para resurgimiento de los hijos de su pueblo. |
09 | Y cuando regresaba, ya purificada, permanecía en al carpa hasta que le traían su alimento, hacia el atardecer. |
10 | Al cuarto día, Holofernes ofreció un banquete, exclusivamente para su personal de servicio, sin invitar a ninguno de sus oficiales. |
11 | Y dijo a Bagoas, el eunuco que era su mayordomo: «Trata de convencer a esa mujer hebrea que está bajo tu cuidado para que venga a comer y a beber con nosotros. |
12 | Porque sería vergonzoso que dejáramos partir a una mujer como esta sin haber gozado de ella. Si no logramos conquistarla, ella se burlará de nosotros». |
13 | Bagoas salió de la presencia de Holofernes, fue adonde estaba Judit y le dijo: «No tenga reparo esta preciosa joven en presentarse ante mi señor, para ser honrada por él y beber alegremente con nosotros. Hoy serás tratada como una de las asirias que viven en el palacio de Nabucodonosor». |
14 | Judit le respondió: «¿Quién soy yo para contradecir a mi señor? Haré gustosamente todo lo que le agrade, y eso será para mí un motivo de alegría hasta el día de mi muerte». |
15 | En seguida se levantó, y se atavió con sus vestiduras y con todos sus adornos femeninos. Su servidora, se adelantó y le extendió en el piso, ante Holofernes, las pieles que Bagoas le había dado para su uso diario, a fin de que comiera reclinada sobre ellas. |
16 | Judit entró y se reclinó; el corazón de Holofernes quedó cautivado por ella, su espíritu se turbó, y ardía en deseos de poseerla, porque desde la primera vez que la vio, buscaba la oportunidad de seducirla. |
17 | «Bebe, le dijo Holofernes, y alégrate con nosotros». |
18 | Judit le replicó: «Beberé con mucho gusto, señor, porque desde el día en que nací, jamás he apreciado tanto la vida como hoy». |
19 | Entonces tomó lo que le había preparado su servidora, y comió y bebió en presencia de él, |
20 | mientras Holofernes, encantado con ella, bebió tanto vino como nunca lo había hecho en un solo día desde su nacimiento. |