01 | Sansón bajó a Timná y allí se encontró una mujer entre las niñas filisteas. |
02 | Subió para comunicárselo a su padre y a su madre: «He visto a una mujer en Timná, les dijo, una niña filistea. ¡Consíganmela como esposa!» |
03 | Su padre y su madre le dijeron: «¿Acaso no hay suficientes jóvenes en nuestro clan y en todo nuestro pueblo para que vayas a buscarte una entre los incircuncisos, entre los filisteos?» Pero Sansón respondió a su padre «Consíguemela porque me gusta». |
04 | Su padre y su madre no sabían que eso venía de Yavé, quien quería crear problemas con los filisteos (en ese tiempo Israel estaba sometido a los filisteos). |
05 | Bajó pues Sansón a Timná con su padre y su madre. Cuando venía por las viñas de Timná, le salió al paso un león joven. |
06 | En ese momento se apoderó de él el espíritu de Yavé, desgarró al leoncito como se desgarra a un cabrito, siendo que nada tenía en las manos. No contó nada de esa hazaña ni a su padre ni a su madre. |
07 | En seguida bajó y habló con la mujer que le gustaba. |
08 | Al cabo de un tiempo volvió a Timná para llevársela. Dio un rodeo para ver el cadáver del león: en el cuerpo del león había un enjambre de abejas con miel. |
09 | Lo tomó en sus manos y se fue chupándolo por el camino. Cuando llegó a su casa, le convidó miel a su padre y a su madre, quienes comieron, pero no les dijo que había encontrado esa miel en el cadáver de un león. |
10 | Cuando el padre de Sansón bajó a la casa de la mujer, Sansón ofreció un gran banquete según la costumbre de los jóvenes. |
11 | Como le tenían miedo, le habían buscado treinta jóvenes para que lo acompañaran. |
12 | Sansón les dijo: «Les voy a proponer una adivinanza. Les doy los siete días del banquete para que la resuelvan, y si la adivinan les daré treinta túnicas y treinta trajes para cambiarse. |
13 | Pero si no adivinan, me darán treinta túnicas y treinta mudas». Le respondieron: «Dinos la adivinanza, te escuchamos». |
14 | Sansón les dijo: «Del que come salió lo que se come, y del más fuerte salió lo dulce». Durante tres días no pudieron resolver la adivinanza. |
15 | Entonces, al cuarto día, dijeron a la mujer de Sansón: «Hazle arrumacos a tu marido para que te explique la adivinanza, o si no te quemaremos a ti y a la familia de tu padre; ¿o es que nos invitaste para robarnos?» |
16 | La mujer de Sansón se puso a llorar a su lado: «Tú sólo me odias, le decía, tú no me quieres. Ni siquiera me has explicado esa adivinanza que propusiste a los jóvenes de mi pueblo». Le respondió: «Ni siquiera se la he explicado a mi padre y a mi madre, ¿y quieres que te la explique?» |
17 | Ella siguió así llorando los siete días que duró el banquete, y al séptimo día, como él estaba cansado con eso, le dio la solución. Ella, inmediatamente, se la dio a los de su pueblo, |
18 | y al séptimo día antes de la puesta del sol, la gente de la ciudad dijo a Sansón: «¿Qué más dulce que la miel y qué más fuerte que un león?» Les respondió : «Si no hubiesen arado con mi vaquilla, no habrían acertado con mi adivinanza». |
19 | El espíritu de Yavé se apoderó de él y bajó a Ascalón. Allí dio muerte a treinta hombres, les quitó la ropa y se la dio a los que habían explicado la adivinanza. Luego, muy enojado, se volvió a la casa de su padre. |
20 | En vista de eso dieron la mujer de Sansón a uno de los jóvenes que lo habían acompañado. |